Y a tres semanas de la visita del papa a Egipto, ocurrieron dos terribles atentados contra iglesias de la milenaria comunidad cristiana copta, tanto ortodoxa como católica. Una de las iglesias atacadas fue la de San Jorge ubicada en la ciudad de Tanta en el Delta del Nilo a 120 kilómetros al norte de la capital de El Cairo; y la segunda iglesia blanco de estos terroristas fue la Catedral de San Marcos en la ciudad de Alejandría, y en ambos atentados un escuadrón de kamikazes, hombres suicidas con chalecos explosivos, detonaron sus cargas y la brutal onda expansiva de la explosión produjo la muerte de 44 feligreses y dejó a más de un centenar de heridos. El patriarca de los cristianos coptos, Tawadros II, que se encontraba celebrando la misa en ocasión del Domingo de Ramos, se salvó ya que se había retirado de la iglesia poco antes de este atentado aquí.
Foto del presidente egipcio Abdelfatá Al Sisi durante una protesta.
El presidente egipcio, Abdelfatá Al Sisi proclamó un estado de emergencia por tres meses. La agencia de noticias Amaq, órgano informativo de los yihadistas islámicos, informó que el grupo terrorista Estado Islámico, Isis, de sus siglas en inglés, se atribuyó la autoría de estos ataques. Mis amables lectores la pregunta es ¿por qué se produjeron? Respuesta: por dos razones; la primera de carácter político-religioso. Algunos de ustedes recordarán que en el año 2011 hubo la llamada Primavera Árabe, en la cual vientos de democracia y libertad soplaron a lo largo de varios países del Oriente Medio, incluyendo a Egipto, donde el hasta entonces presidente Hosni Mubarak, fue depuesto. En su lugar, asumió el poder Mohamed Morsi líder de los Hermanos Musulmanes, el primer presidente electo por votación popular. Mas al cabo de tres años, ¿qué sucedió? En el 2014 un golpe de estado militar encabezado por el entonces mariscal Abdelfatá Al Sisi derrocó a este presidente musulmán, y cuando los militares en una ceremonia invitaron a líderes políticos, sociales y religiosos, al pie de la foto aparecía presente el papa copto Tawadros II. Esto parecía dar la impresión de que los cristianos coptos apoyaban el golpe de estado; y desde entonces, cerca de 40 iglesias han sufrido ataques por parte de los musulmanes.
Iglesia Copta en Egipto atacada en Semana Santa.
En este punto debemos explicar lo siguiente: los creyentes coptos ortodoxos son la minoría cristiana más grande del Oriente Medio, con nueve millones de feligreses (el 10% de la población de Egipto), en contraste con los coptos católicos que suman apenas 150,000. Muchos de estos creyentes son meros practicantes de la religión y solo Dios sabe cuántos de ellos son realmente salvos, han nacido de nuevo por el Espíritu de Dios y han tenido un encuentro real y personal con Jesús. Sin embargo, cuando estos terroristas atacan no discriminan entre quiénes son cristianos genuinos o no, sino que los atacan a todos por igual. Esto lo hemos visto no solo en Egipto, sino en comunidades cristianas tanto en Iraq como en Siria también.
No obstante, hay una palabra de exhortación y esperanza que Nuestro Señor Jesucristo habló hace 2,000 años y que se aplica a su iglesia perseguida en todas las épocas y en estos últimos días antes del rapto que se acerca. En Lucas 12:4-5 leemos que el Señor dijo: “Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer. Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed.”
Oh mis hermanos, cuando en el corazón verdaderamente está el amor de Dios, este amor echa fuera el temor al mañana; echa fuera el temor a la persecución; echa fuera el temor aun a la misma muerte; porque en Cristo, como dijo el apóstol Pablo “para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia, la ganancia de partir del cuerpo y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor” (Filipenses 1:21,23).
Primer ministro Sherif Ismael.
Volviendo a los atentados contra los cristianos coptos de Egipto, el primer ministro Sherif Ismael declaró “...vamos a erradicar el terrorismo impío de Egipto.” Bueno, suena muy bien decir esto, pero lograrlo es humanamente imposible. Y esto nos lleva a la segunda razón de estos actos terroristas contra creyentes, y es de tipo espiritual, porque detrás de todo esto hay un diablo real con espíritus demoníacos de violencia terrorista que serán totalmente erradicados de la tierra solo cuando Cristo vuelva. En consecuencia, no se extrañe usted de que próximamente usted escuche noticias de más ataques contra cristianos perseguidos y martirizados en el Oriente Medio. Esto se pondrá peor después del arrebatamiento de la iglesia luego de que Jesucristo venga y nos lleve para recibirle en las nubes; entonces, a la mitad de la tribulación de siete años se desatará una persecución mundial de creyentes, tanto de Israel como de las naciones gentiles, que se convertirán a Cristo, el Salvador y Mesías en esos días.
Hablando del anticristo, la bestia, Apocalipsis capítulo 13:7 nos dice: “Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos…” Subraye la frase “y se le permitió”. Qué bueno mis hermanos es saber que ni el diablo hoy, ni el anticristo mañana, podrán hacer nada a menos que Dios lo permita. La pregunta es ¿por qué
Dios permitirá el martirio y muerte de creyentes a manos de la bestia, el anticristo, en la tribulación? Será por tres razones: Número uno, para demostrar una vez más que el infinito amor de Dios puede más que la fuerza brutal de Satanás. Aun en lo peor habrá corazones que se volverán a Dios en aquellos días.
Número dos, para que haya más fruto de almas convertidas a Jesucristo en aquellos días. El Señor dijo en Juan 12:24 “De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.” Por lo visto, la muerte de muchos mártires en la tribulación animará a muchos indecisos a convertirse al Señor; el fruto será grande para la gloria de Dios.
Y en tercer y último lugar, Dios permitirá que la bestia mate a algunos creyentes durante la gran tribulación para que estos obtengan una resurrección con un mayor galardón. Recordemos que a la iglesia perseguida de Esmirna el Señor le prometió y dijo en Apocalipsis 2:10 “Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.”
Al final de la tribulación de siete años los mártires de Jesús resucitarán y recibirán la corona de la vida, un galardón especialy la garantía es que Cristo mismo venció la muerte, resucitó, vive para siempre y pronto viene. Puede usted escuchar la palabra del Cristo resucitado ahora en la continuación del mensaje titulado: No llores, Cristo vive, y Cristo viene.