Después de haber escuchado alguno de los impactantes mensajes que ofrecemos, la pregunta es: ¿qué vas a hacer?
La Biblia nos exhorta a no cerrar nuestros corazones cuando Dios nos habla. Luego de haber escuchado o leído alguno de los mensajes, te invitamos a que le rindas tu vida al Señor Jesucristo, para recibir el regalo de la vida eterna. Esto se hace a través de una sencilla oración. No son las palabras lo que a Dios le impresiona, es la actitud de tu corazón, tu fe en Él. Si crees en el mensaje predicado repita la siguiente oración:
“Señor Jesús, reconozco que soy pecador(a). Entiendo que te necesito, y que sólo tú puedes darme el regalo de la vida eterna. Creo en tu muerte y resurrección. Entra en mi vida; te recibo como mi Señor y Salvador. Perdona todos mis pecados y límpiame con tu sangre. Cámbiame, hazme una nueva persona, la persona que tú quieres que yo sea. Gracias porque me amas; gracias porque moriste en la Cruz, derramando tu sangre para limpiarme de mis pecados y salvarme dándome el regalo de la vida eterna. Gracias porque escribiste mi nombre en el Libro de la Vida; ayúdame a vivir por y para ti Jesús en esta tierra todos los días hasta que tú vengas. Amén.”
Mi amigo(a), si ya aceptaste a Jesucristo, ¡bienvenido a la familia de Dios! Para crecer en el conocimiento de Dios, te recomendamos hagas lo siguiente:
Lee la Biblia cada día, para que conozcas mejor a Jesús.
Ora al Señor todos los días; orar es hablar con Dios.
Reúnete y sirve al Señor con otros cristianos en una iglesia donde Jesucristo sea el centro de la predicación, y la Biblia la suprema autoridad; una iglesia donde se exalte sólo a Cristo y se haga énfasis en una vida llena del Espíritu Santo.
Bautízate conforme al mandamiento del Señor en las aguas.
Comparte tu fe con otros y sírvele.
A continuación te brindamos algunos enlaces para ayudarte en tu crecimiento espiritual: