Y ganó las elecciones presidenciales el candidato por el partido republicano Donald Trump. ¡Qué sorpresa! Todas las encuestas se fueron al suelo. Con muchas probabilidades en contra y con mucha gente en contra, ganó. En su contra estaba el entonces presidente Barack Obama, quien varias veces públicamente lo adversó. Además, adversaron a Trump muchos afroamericanos y latinos mejicanos por ciertas declaraciones del magnate, consideradas como racistas. A Trump lo adversó la ONU, la comunidad internacional, incluso miembros de su propio partido republicano, pero de todas maneras ganó. La pregunta es: ¿por qué?
Bueno, al hacer un análisis, las razones son múltiples. En primer lugar, Trump tuvo un mensaje creíble, dirigido a aquellos sectores que se sintieron afectados por la política económica del gobierno, que al honrar tratados de libre comercio con otras naciones motivó a empresarios a trasladar sus fábricas fuera de los Estados Unidos en detrimento de miles y miles de trabajadores norteamericanos. Por otro lado, millones de latinos residentes en los Estados Unidos, y que trabajan duro y pagan muchos impuestos, se identificaron con Trump en su postura contra los inmigrantes ilegales; pues a muchos de estos se les ha “premiado con privilegios”, es decir, no trabajan, no pagan impuestos, sin embargo reciben ciertos beneficios.
Por otro lado, su discurso a favor de que esos empresarios americanos que se han ido a otros países regresen con sus fábricas a suelo estadounidense y que los Estados Unidos deben recobrar su grandeza, apeló a un nacionalismo que hizo “click” con la población americana blanca poseedora de ese tradicional orgullo americano.
Por otro lado, muchos votaron a favor de Trump hastiados de los políticos tradicionales y de la corrupción que percibían en el gobierno demócrata de Obama y veían en su candidata Hillary Clinton una continuidad a la corrupción, es decir, más de lo mismo. De hecho, Hillary perdió por la percepción de que no decía siempre la verdad. Ella tuvo un serio problema de credibilidad, pues en los debates televisados antes de las elecciones, mentía una y otra vez; y ante los cuestionamientosde miles de correos electrónicos personales que la vinculaban con la corrupción, filtrados por Wikileaks, y que ella borró, nunca pudo dar una explicación convincente y satisfactoria.
Un votante expresó “no me gusta Trump; pero preferí votar por el prepotente y el arrogantes, antes que votar por una mentirosa”. Hago un paréntesis porque haciendo honor a la verdad de los hechos, Trump tampoco era un dechado de virtudes. En la campaña se filtró que muchos años atrás, en un vestidor para hombres, se jactaba de haber manoseado a mujeres. Sin embargo, qué ironía, los electores prefirieron votar por un manoseador antes que votar por una mentirosa, ¡qué les parece!
Además, la mayor parte de los votantes cristianos evangélicos se inclinaron por Trump, ya que Hillary representaba el continuismo de políticas liberales, con leyes recientes que quieren obligar a hospitales cristianos a practicar el aborto contra sus propios principios bíblicos; leyes que incluso quieren obligar a pastores a celebrar en sus templos matrimonios con parejas del mismo sexo.
Un oyente llamó a una emisora de radio local en Panamá para decir que se alegró de que “la bruja no ganara”. No queremos aquí hablar despectivamente de nadie, pero hasta cierto punto este oyente tuvo razón, pues cuando Bill Clinton era presidente hace años atrás, la entonces primera dama Hillary Clinton, consultaba a ese brujo afeminado llamado Walter Mercado. En verdad amables lectores, fue mejor que Hillary no ganara.
La pregunta es ¿si Donald Trump fue una buena elección? La respuesta es: el tiempo lo dirá. Puede que dé una sorpresa y gobierne bien, y a la vez es posible que cause una gran decepción. No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que no debemos apasionarnos por nadie. La Biblia es clara cuando en Jeremías 17:9 la Palabra de Dios nos dice “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?”.
Amigo lector, al corazón del hombre por naturaleza es engañoso. Los políticos pueden prometer mil cosas, pero si no tienen a Cristo realmente en sus corazones como el Salvador y Señor de sus vidas, el pecado en su naturaleza caída dentro de ellos, sumado a la influencia de Satanás por fuera, que es el príncipe de este mundo, a la larga arruinan sus mejores promesas y todo termina en corrupción de sus gobiernos y en la decepción de quienes votaron por ellos y confiaron en ellos.
Mi querido hermano, cumple con tu deber ciudadano y vota por el mejor, o por el menos malo, pero al final confía solo en el Señor Jesucristo, el único que puso orden en nuestras vidas cuando entró a nuestro corazón por la fe, destronando al yo, y el único que pondrá orden en este mundo caótico cuando regrese y ocupe su trono en Jerusalén, sentándose allí como Rey de reyes y Señor de señores.
Confiemos en él y solo en él. Solo él puede resolver todos nuestros problemas. Craso error es confiar en el hombre mortal. Por eso, las Sagradas Escrituras nos advierten en Jeremías 17:5 “Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová.”
El mundo entero de incrédulos que se quedarán aquí, luego de que el Señor arrebate a su iglesia de esta tierra al cielo, caerá bajo la maldición de confiar en un hombre eligiéndolo para que se convierta, por así decirlo, en el presidente del mundo, es decir, un estadista que será elegido como el nuevo líder de las Naciones Unidas bajo su gobierno. Este será el resultado final de la grave apostasía en que ha caído la humanidad, incluyendo gran parte de la cristiandad que niega la deidad y el señorío de Nuestro Señor Jesucristo. Oh, Cristo pronto viene. 2 Tesalonicenses 2:3 de manera clara nos advierte diciendo: “Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición”.
Note amable lector el orden de estos sucesos a presente y a futuro. Primero: la apostasía que ya estamos viendo, y después la manifestación del hombre de pecado, o el anticristo. Un cuadro de esto anticipado se dio en los días de los jueces de Israel en el Antiguo Testamento cuando aún no había rey en Israel.
Dios levantó a varios jueces, entre ellos a Gedeón a quien el Señor usó para librar a su pueblo de la opresión de los madianitas. En el capítulo 8 de este libro de Jueces en sus últimos versículos del 30-35 contiene la historia de lo que le sucedió a Israel, luego de que Gedeón murió en buena vejez. Dice esta porción que el pueblo se olvidó de las misericordias recibidas; se apartó de Jehová; cayó en apostasía y se prostituyó siguiendo a los baales, rindiéndole culto al falso dios Baal-berit. Aquí se nos dice además que Gedeón, a causa de sus muchas mujeres tuvo muchos hijos, 70 en total, más uno que tuvo con una concubina de la ciudad de Siquem, y a ese hijo le pusieron por nombre Abimelec.
En el capítulo 9:1-6, se nos dice que este Abimelec, ya grande, fue a la casa de su madre y le habló a los hermanos de su madre, es decir, a sus tíos, y a los familiares de su suegro diciéndoles: “Vayan a todos los moradores de Siquem y díganles: ¿no les parece mejor, que en vez de mis 70 hermanos, yo Abimelec reine sobre ustedes, pues soy carne y hueso de ustedes?”. Esta propaganda política dio dividendos. Los varones de Siquem dijeron: “¡bravo, excelente idea Abimelec. Tomo estos 70 siclos de plata para que realices una purga entre tus hermanos para que solo tú seas el que reines". Y en efecto, con este dinero, Abimelec alquiló a un grupo de hombres vagabundos y ociosos, y les pagó para que ellos, según el verso 5 mataran a sus 70 hermanos, todos sobre una misma piedra. Y entonces, añade el verso 6 que los de Siquem eligieron a Abimelec, como líder, como su nuevo líder. ¡Qué calidad de líder!, un asesino.
Hoy día sucede algo parecido. Los políticos en campaña con su dinero pretenden comprar las conciencias de muchos votantes, como hizo la hija del expresidente Alberto Fujimori en las recientes elecciones en el Perú donde perdió. Su dinero compró gente, pero no la llevó a la presidencia. No obstante, muchos están en el poder hoy día porque regalaron sombreros, suéteres, bolsas de comida, etc.; y eligieron al candidato sin importarles si eran adúlteros en sus matrimonios, corruptos o mentirosos, y hasta asesinos, como sucedió con Abimelec.
Como decíamos hace un instante, después de la apostasía de Israel, siguió la mala elección de un gobernante. Los de Siquem ayudaron a Abimelec a matar a sus 70 hermanos, pero su hermano menor, es decir, el hijo menor de Gedeón, Jotam, se salvó porque se escondió al darse cuenta de todo lo que estaba pasando. Después, para que los de Siquem se dieran cuenta del error fatal que cometieron al elegir a Abimelec, profirió una fábula sumamente interesante. Ustedes pueden leer esto en los versos del 7 al 15. En resumidas cuentas, desde la cumbre del Monte Gerisim, Jotam les dice a los de Siquem: “los árboles reunidos para elegir un rey le dijeron al olivo, reina sobre nosotros y el olivo dijo no. Así mismo hablaron a la higuera y a la vid, quienes dijeron: tampoco nosotros reinaremos sobre ustedes. Finalmente, los árboles hablaron a la zarza, y la zarza respondió a los árboles diciéndole: si se cobijan bajo mi sombra, bien; y si no, fuego saldrá de mí y los consumiré”. En otras palabras, Jotam les está diciendo a los de Siquem: “ustedes al elegir a Abimelec, no eligieron ni al olivo, ni a la higuera, ni a la vid, cuyos frutos son tan deliciosos y benéficos, sino que más bien eligieron a la zarza que tiene espinas. Abimelec es como una zarza que tiene espinas y los va a puyar y les va a doler. Mi padre Gedeón arriesgó su vida para librarlos a ustedes de Madián, y ustedes le pagaron mal matando a sus 70 hijos, mis hermanos. Si lo que hicieron ustedes fue bueno, gócense con Abimelec; pero si no, entonces yo los maldigo y digo que fuego brote entre ustedes y Abimelec y se destruyan mutuamente".
Dichas estas palabras Jotam huyó, y Dios mismo se encargaría de que esta maldición profética de Jotam se cumpliera. Note lo que dice Jueces 9:22, aquí leemos: “Después que Abimelec hubo dominado sobre Israel tres años”. Esto significa que a Abimelec le tomó tres años consolidarse en el poder. Y según leemos en la Biblia, al anticristo que viene le tomará tres y medio años consolidarse en el poder. Los tres primeros años y medio de la tribulación de siete años. Tres primeros años y medio, él como el jinete del primer caballo apocalíptico de la falsa paz (Apocalipsis 6:1-2), galopará las naciones en una conquista diplomática que le ayudará a consolidar su influencia en el mundo entero.
Consolidará su dominio en tres frentes: 1) en el frente religioso, haciéndose amigo de la iglesia falsa ramera con sede en Roma según Apocalipsis 17. 2) en la esfera económica, implementando un nuevo sistema económico mundial basado en un número con que se marcará a la gente y en la esfera política internacional. 3) se consolidará con un espectacular pacto en el Oriente Medio entre Israel y muchos pueblos árabes según Daniel 9:27lo cual hará que de acuerdo a 1 de Tesalonicenses 5:3 la humanidad diga paz y seguridad.
Una vez que el anticristo se consolide mundialmente en estos tres frentes políticos, económica y religiosamente, entonces vendrá el juicio de Dios de la misma manera como el juicio vino sobre Abimelec después que se consolidó en el poder durante tres años.
Volviendo a Jueces 9:22-23 leemos: “Después que Abimelec hubo dominado sobre Israel tres años, envió Dios un mal espíritu entre Abimelec y los hombres de Siquem, y los de Siquem se levantaron contra Abimelec”; Subraye esta frase: “Dios envió un mal espíritu”, es decir, que Dios permitió que un espíritu demoníaco se metiera para hacer que Abimelec y los de Siquem, que lo habían apoyado al matar injustamente a sus 70 hermanos, se destruyeran mutuamente.
Me llama la atención mis queridos hermanos que algo parecido sucederá con la humanidad apóstata hoy día que ha dado las espaldas al Cristo de la gloria, bendito, que en la cruz derramó sangre preciosa que la mayoría de la humanidad lo rechaza hoy día. Nuevamente Dios va a permitir un mal espíritu o demonio engañoso que actúe como parte del juicio divino.
El apóstol Pablo la pone de la siguiente manera. Refiriéndose al anticristo en 2 Tesalonicenses 2:11 “Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira”. Fíjese que a tal grado este mundo habrá rechazado a Jesús, la verdad, que le creerán al anticristo todas sus mentiras, a tal punto, que no solo 10 reyes de la Unión Europea le jurarán lealtad incondicional, sino que el mundo entero en sufragio universal auspiciado por Naciones Unidas, elegirán al anticristo, la bestia, como el gobernante de todos los países del mundo unidos bajo un solo gobierno. Apocalipsis 13:7b nos dice: “También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación”.
Sus conquistas serán tales, que parecerá invencible, hasta el punto que la humanidad dirá “Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella”. Amigo, lea usted el capítulo 9 del libro de Jueces y verá cómo el Abimelec de esta historia, por un tiempo, también parecía invencible: mató al pueblo de Siquem, arremetió con ímpetu, desoló la ciudad; la sembró de sal; y los pocos que quedaron, casi mil hombres y mujeres, se refugiaron en una torre murieron cuando Abimelec le prendió fuego.
De allí en adelante, Abimelec avanzó hacia la ciudad de Tebes e hizo lo mismo, y cuando estaba a punto de incendiar la torre, sobre cuyo techo se había refugiado un reducto de hombres y mujeres, algo sucedió. Oh, mis hermanos, que bueno es saber que Dios le pone un límite a lo que los malvados pueden hacer. Lea lo que dice el versículo 53 “Mas una mujer dejó caer un pedazo de una rueda de molino sobre la cabeza de Abimelec, y le rompió el cráneo”.
Y el verso 54 añade: “Entonces llamó apresuradamente a su escudero, y le dijo: Saca tu espada y mátame, para que no se diga de mí: Una mujer lo mató. Y su escudero le atravesó, y murió.” Y el verso 56 señala: “Así pagó Dios a Abimelec el mal que hizo contra su padre, matando a sus setenta hermanos”.
¿Qué les parece amables lectores? El imbatible Abimelec terminó abatido por una mujer que le arrojó un pedazo de una rueda de molino, desde la torre, y que le partió el cráneo. Y espiritualmente hablando hay una aplicación aquí, y eso es lo que más le molesta al diablo, y es que una mujer fue el instrumento que Dios usó para vencer a Satanás. Cristo Jesús es la bendita simiente de la mujer prometida en Génesis 3:15 y que en la cruz del Calvario venció a Satanás hiriéndole en la cabeza. Oh, Cristo Jesús es la roca eterna, el mesías de Israel, nacido de una mujer y que en la cruz venció al diablo, librándonos de su dominio a los que en el Señor creemos.
Y es el mismo Cristo que en la batalla de Armagedón será la roca, la piedra que caerá sobre el cráneo del anticristo y el falso profeta que parecían invencibles, y ambos serán arrojados vivos al lago de fuego, 2 Tesalonicenses 2:8 nos recuerda que a este inicuo líder mundial que la humanidad incrédula elegirá, el Señor Jesús lo destruirá con la espada de su boca y el resplandor de su venida.
Millones de inconversos harán pronto una mala elección, fatal, cuando elijan al líder mundial para la perdición eterna de sus almas. Tome usted la mejor decisión; elija usted al Cristo que murió por usted en la cruz y derramó su sangre preciosa para limpiarle de todos sus pecados, y resucitó para salvar su alma, para darle vida, vida eterna, una vida feliz, con pruebas en esa tierra, pero con victoria y la seguridad de la gloria inmortal y eterna con Cristo en el cielo, por los siglos de los siglos. Elige a Jesús como tu único líder, salvador, señor y rey, arrepintiéndote de tus pecados y rindiéndole tu corazón, recibiéndole como tu único y suficiente salvador. Vive para él y espéralo en cualquier momento, porque pronto él vendrá por su iglesia.
Lucas 12:40 exhorta diciendo: “Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá”.