TERREMOTOS Y PERSECUCIÓN: PRELUDIOS AL QUINTO Y SEXTO SELLO APOCALÍPTICO

Y cuando el mundo fue sorprendido por la noticia del devastador sismo ocurrido en Nepal el pasado 25 de abril del 2015, 24 horas después de ocurrido el mismo, las malas noticias continuaban,  Miles de personas que perdieron sus casas y que deambulaban por las calles, y otros miles que se encontraban en 15 carpas de refugio improvisados, fueron sorprendidos por una torrencial lluvia que agravaba más su situación, y que incluso paralizó las operaciones en el aeropuerto de la capital Katmandú impidiendo la llegada de vuelos de aviones  cargados de suministros urgentes provenientes del extranjero.

     De acuerdo al US Geological Survey, el Servicio Geológico de los Estados Unidos, de las 40 réplicas, que siguieron al terremoto inicial, hubo una de 6.4 grados en la escala Richter, la más fuerte,  y que terminó de colapsar por completo las comunicaciones en el país, dejándolos sin Internet y sin telefonía móvil.  El sismo fue tan intenso que se sintió en Nueva Delhi, el norte de la India y en Bangladesh, y el número de muertos y heridos  asciende a miles.   

      Amables oyentes, ¿qué está sucediendo?  Cuando por años todo estaba tranquilo en esta nación asiática de Nepal, de repente ocurre este fortísimo temblor, de 7.8 grados muy devastador y que acaparó la atención del mundo por varios días.  La respuesta es sencilla mis carísimos oyentes.   Una vez más el Dios del cielo, a través de la naturaleza, nos está recordando que estos son los tiempos finales y que Cristo pronto viene.   Nuestro Señor Jesucristo, como señal inequívoca de su inminente venida, profetizó allá en Mateo 24:7 diciendo que habría “…terremotos en diferentes lugares”.

     La pregunta es: ¿cuál es el origen o la causa de los terremotos?  Hay explicaciones científicas como el desplazamiento de las placas tectónicas y las grandes fallas o grietas submarinas, pero la razón principal de fondo es espiritual, y todo se remonta al inicio de la creación cuando nuestros primero padres, Adán y Eva, desobedecieron a Dios en el jardín de Edén.    Él claramente les había advertido en Génesis 2:16 “Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: de todo árbol del huerto podrás comer;…”

     El ceder a la tentación del diablo, disfrazado de serpiente,  y comiendo del fruto desobedeciendo a Dios, trajo la desgracia para Adán y a su descendencia, que de cierto moriría como vemos hoy dia.   El pecado no solo produjo un deterioro de la calidad de vida del hombre con enfermedades, envejecimiento y muerte, sino también otros males como por ejemplo, el dolor.   

     Es significativo y consolador la promesa  a futuro, cuando venga Cristo, y nos lleve a sus redimidos a la cuidad celestial, cuando se nos promete en Apocalipsis 21:4    que no habrá allí más clamor, ni dolor, ni muerte, etc. Pero el dolor fue una de las primeras consecuencias de la caída, como bien le dijo Dios a la mujer  Eva, en  Génesis 3:16 “… Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos…;”  

     Pero hubo más, pues la misma tierra le causaría dolor al hombre, como leemos en Genesis 3:17-18  donde Dios le dijo a Adán:  “ Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de 

que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.”  ¿Leyó usted eso amigo?  Para resumir, Dios dice que la tierra le produciría al hombre espinos y cardos, pero bien podía añadir diciendo: “te va a producir tambien inundaciones, huracanes, maremotosy terremotos”; y todo por la culpa de Adán no solamente, sino también por culpa tuya y mía mi amigo/a lector, porque nosotros también desobedecimos.   

Como bien dice la Escritura en Isaías 53:6 “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.”     

     Oh, cómo me gusta esto último “Jehová Dios Padre, cargó en él, Cristo Jesús su Hijo eterno, el pecado de todos nosotros”, y no solo nuestro pecado cargó él en la cruz, sino también la misma maldición que el pecado produjo a la tierra , pues los mismo espinos dolorosos que produce la tierra, Cristo los llevó cuando le pusieron esa corona de espinas de cinco centímetros de largo y que desangraron sus cienes.   

     Cuando los incrédulos se mofan y dicen “Si Dios es amor, como dicen   ustedes los cristianos, ¿cómo puede él permitir que la gente sufra cuando hay desastres naturales?  Bueno mi amigo/a lector, la respuesta es: solo mire la cruz, mire la cruz, y verá allí cómo el amor de Dios por nosotros, que merecíamos ser castigados eternamente por nuestros pecados, castigó a su Hijo siendo Jesús inocente; lo abandonó totalmente a una muerte lenta y muy dolorosa mediante la crucifixión, donde Jesús experimentó un tormento equivalente al mismo infierno, para que si tú yo creemos en él, no tengamos nunca que ir al infierno   ¿Dígame si eso no es amor?

     Un amor tan grande que va más allá de nuestra comprensión y que llevó a Isaías a llamarlo “varón de dolores experimentado en quebranto”.   Jesús entiende el quebranto que padecieron todos aquellos que murieron en el terremoto de Nepal asfixiados y aplastados bajo los escombros, y entiende también el dolor y el quebranto de sus seres queridos que sobrevivieron, porque él experimentó ese quebranto y quebrantos aún peores que no podemos describir, cuando su alma pura llevó el pecado.  Oh, los clavos que horadaron sus manos y sus pies fueron necesarios para derramar la sangre que nos limpiaría de todo pecado.

     Esta es la buena nueva del Evangelio de Salvacion que resplandece como una luz consoladora en medio de la más oscura noche de aflicción y dolor humanas.  Cuando oímos de los 4,500 muertos  y más de 8,000 heridos tras el terremoto en Nepal, decimos: “pobre gente”;  pero no nos duele, porque no fue un familiar cercano nuestros el que murió.   Decimos lo sentimos, pero no nos duele, porque no estamos cerca de ellos.   Pero con Dios no es así.  En el Salmo 34:18  leemos: “Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu.”  ¿Leyó usted eso?  “Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón;…”  

     Mi hermano, cuando tu corazón está quebrantado, es cuando Dios está más cerca.   La prosperidad es buena, y gracias a Dios cuando nos da tiempos de prosperidad, y todo marcha bien;  pero demasiada prosperidad sin algún quebranto hace que nuestro corazón se vuelva frívolo, insensible a la necesidad de Dios e insensibles al dolor de los demás.   ¿No es verdad que cuando tu corazón está quebrantado, es cuando mejor oras, con oraciones más profundas y sientes al Señor más cerca, y sientes más compasión por los demás? No en vano en Eclesiastés 7:3 se nos recuerda que  “Mejor es el pesar que la risa; porque con la tristeza del rostro se enmendará el corazón.”    Oh, en verdad como leímos en el Salmo 34:18 “Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu.”

     No perdamos de vista mi hermano que el principal propósito de Dios cuando permite algún desastre natural, es que la gente se salve,  porque él salva a los contritos de espíritu.   Cada vez que ocurra un terremoto como el de Nepal, ora por los sobrevivientes que han quedado contritos y afligidos y dile a Dios: “Señor, tú que salvas a los contritos de espíritu, haz que esta gente  en vez de endurecerse por el dolor, el mismo ablande sus corazones para que al oír el evangelio crean en ti, oh Jesús, y se salven.”   Dios puede salvar después de un gran  terremoto.

     ¿Se acuerdan allá en Hechos 16, Pablo y Silas, presos en una cárcel, cantaban alabanzas a Dios y  a la media noche, qué pasó?;  el Señor envió un terremoto que sacudió los cimientos de la cárcel, la cadena de todos se soltaron y fue ocasión esta para que Pablo le predicara al carcelero que estaba a punto de quitarse la vida, diciéndole “Cree en el Señor Jesucristo, y sera salvo tú y tu casa.” Oh, así trabaja Dios usando los problemas y crisis de la vida, pues de otra manera mucha gente no vendría a los pies de Jesucristo.

     Los últimos acontecimientos en el mundo, confirman que Dios está apresurando su plan de salvación en prepración para el Rapto de la Iglesia que puede ocurrir en cualquier momento.   El terremoto en Nepal no fue casualidad.   Trece días antes de este sismo,   el Departamento de Estado condenó enérgicamente otra brutal masacre de cristianos, perpretada por terroristas yihadistas islámicos, y esto tampoco fue casualidad.   Ambos eventos, tanto el terremoto, como esta nueva ola de perseución, son señales o preludio al quinto y sexto sello apocalíptico.

     Como vimos en un programa anterior reciente, luego del arrebatamiento de la iglesia, cuando Cristo venga y nos levante de esta tierra impía hacia las nubes de gloria, una vez seamos llevados al mismo cielo, entonces Cristo Jesús el Cordero, abrirá un libro de juicios sellados con siete sellos.   Los cuatro primeros sellos  se soltarán al galope de cuatro caballos simbólicos con sus jinetes; el primero con su jinete el anticristo, montando un caballo blanco de falsa paz que engañará la humanidad; después seguirá la apertura del segundo sello que traerá el segundo caballo rojo de sangre de una espantosa guerra mundial que matará a millones.   Luego, el tercer sello, Cristo lo abre en el cielo, y en la tierra se pasea el tercer caballo negro del hambre, una hambruna terrible a nivel mundial. 

      Luego Cristo abre el cuarto sello, y un cuarto caballo galopará con un jinete cuyo nombre será muerte y el hades, es decir, el infierno le seguirá llenándose con las almas de esos millones que morirán.    Pero observe ahora lo que sucederá cuando Cristo abra el quinto sello.   En Apocalipsis 6:9 leemos que el apóstol Juan dijo: “ Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían.”

     En los días de este quinto sello, como bien pueden ver ustedes mis amables oyentes, se desatará en la tierra una locura de persecución contra los creyentes gentiles y judíos que se conviertan al Mesías.   Ya estamos viendo algo de esa locura de persecución hoy día con la sombra del quinto sello evidenciada hoy con la masacre que   están cometiendo los terroristas del grupo ISIS de las siglas en inglés “Islamic State” del Estado Islámico.  

     Doce días antes del sismo en Nepal, los yihadistas subieron a la Internet un video de 29 minutos, en el cual mostraban a dos grupos de cautivos cristianos etíopes en Libia.   Un grupo al sur en la provincia de Fazann fue acribillado a balazos, mientras que el segundo grupo de cautivos en la provincia este de Barka, fueron decapitados de manera cruel como mostró el video.     ISIS acusó a la iglesia cristiana etíope de ser una amenaza a los musulmanes, lo cual es falso.   Dijo que la única forma que esos cristianos pueden evitar morir es convirtiéndose al Islam o pagando un impuesto

     El obispo Anba Antonios, un copto católico convertido a Jesucristo, comentó al respecto diciendo: “…con un gran dolor seguiremos mirando hacia estos hechos con los ojos de la fe.   La cadena de los mártires no ha terminado y acompañará a toda la historia hasta el final de los tiempos.   Los cristianos no buscamos el martirio; queremos vivir en paz y alegría, pero si el martirio llega, lo aceptaremos con la misma paz con que la han aceptado los coptos que pronunciando el nombre de Cristo  y confiando en é,l  han sido degollados…cuando son asesinados brilla la grande y consoladora victoria de Cristo.”, señaló el obispo Anba Antonios, líder de los cristianos coptos en Etiopía.

    Mis amables oyentes, esto es solo un preludio a los mártires de la gran tribulación que viene  y que después del rapto serán perseguidos y muertos en los días del quinto sello.   En Apocalipsis 6:10-11 leemos: “Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra?  Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos.”

     Avancemos al verso 12 cuando Jesús el Cordero abrirá el sexto sello de juicio.  Aquí leemos que Juan dijo: “Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre;”   El juicio de este sexto sello abierto desencadenará dos cosas casi simultáneas:   primero un cataclismo en la tierra con un gran terremoto que sacudirá  todo el globo terráqueo, sumado a un caos cósmico, en el cual el sol  o más bien la luz del sol se oscurecerá y tendrá un aspecto negro, lo cual sin duda, producirá una gran oscuridad en la tierra.  

      Ya hubo  un preludio o anticipo de este sexto sello que combina un gran terremoto con señales en el sol.   Fijese que el 19 de abril del 2015, seis días antes del terremoto de Nepal, hubo un fenómeno en el cielo de la ciudad de Soligorsk en Bielorrusia y que causó miedo y pánico en la gente.   A plena luz del dia, de repente todo se puso oscuro y el dia se volvió noche.   Mientras algunos decían que el fenómeno se debió a una nueva arma metereológica, otros decían que el fin del mundo había llegado.     Esta oscuridad repetina, ocurrida a pleno sol del dia, duró como unos doce minutos, sin que hasta ahora nadie pueda explicar exactamente qué sucedió   Un residente dijo: “He vivido aquí durante 50 años y nunca he visto algo así”.

     Bueno mis queridos oyentes, estas son señales que el Señor nos está dando ahora antes del rapto,  como un anticipo a la posterior apertura del sexto sello.  Leamos este pasaje de Apocalipsis 6:12-17 de manera más completa: “ Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento.  Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar. Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro 

de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?”

    Amigo oyente, los sucesos actuales nos están conduciendo a estos eventos apocalípticos inevitables e inminentes.   Mi amigo, huye de la ira venidera y refúgiate en los brazos amorosos de Jesús que se dejó crucificar para llevar la ira y el castigo que tú y yo por nuestros pecados merecíamos.   A los que creen  1 Tesalonicenses 5:9 nos dice:   “Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino paraalcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo,”

    Oh mi amigo rinde tu vida a Cristo hoy mientras aún hay tiempo.   Dile a Jesús:  “Señor, perdóname todos mis pecados, límpiame con tu sangre, salva mi alma y hazme tuyo hoy desde ahora y para siempre, amén.”

     Lucas 12:40 exhorta: “VOSOTROS, PUES, TAMBIÉN, ESTAD PREPARADOS, PORQUE A LA HORA QUE NO PENSÉIS, EL HIJO DEL HOMBRE, VENDRÁ.”