El martes 3 de junio del año 2018 se registró una violenta erupción en el Volcán de Fuego en Guatemala. Una semana después, cuando se pensó que todo se calmaría, hubo otra violenta explosión que hasta la fecha ha dejado unas 116 personas muertas, más de 200 desaparecidas, miles de afectados, y 1.7 millones de damnificados. De acuerdo a Rüdiger Escobar Wolf, vulcanólogo guatemalteco y profesor de la Universidad Tecnológica de Michigan, esta alta cifra de afectados se debe a que estas personas no tienen la posibilidad de construir sus casas en otro lugar que no sea cerca del volcán; sumado al hecho de que no es posible dar una alerta a tiempo.
Según la Conred, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres de Guatemala, el cráter del Volcán de Fuego registraba un promedio de 7 y 9 explosiones verticales por hora, despidiendo gases piroclásticos y cenizas que se elevaban a 4,800 metros de altura sobre el nivel del mar, cenizas que luego cayeron sepultando aldeas. La Conred informó además de las intensas lluvias en el área del volcán, se han producido lahares, es decir, un río de aguas y de sedimentos que han arrastrado rocas, árboles, ramas y todo con un olor a azufre, proveniente de la erupción.
Es doloroso lo que están sufriendo muchas personas debido a estos fenómenos naturales, y cuando me enteré de este olor a azufre recordé lo que está escrito en Apocalipsis 20:15 donde leemos “Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.” De acuerdo a Apocalipsis 19:20 y 20:10, este lago de fuego adonde será arrojado Satanás, los demonios, y todos los impíos, está además mezclado con azufre, y nos preguntamos: ¿será que el lago de fuego está ubicado en el centro caliente de la tierra de donde salen emanaciones volcánicas con olor a azufre?
¡Qué terrible será para todos los incrédulos estar en este horrible lugar por toda la eternidad! Algunos niegan esto, pero si esto no fuera cierto Jesús no habría padecido una muerte tan cruel, tormentosa y horrorosa en la cruz del calvario para salvarnos, oh, bendito sea Jesús.
Mire amigo(a), Dios es amor, amor, amor, amor; él te ama, pero a su vez él es santo, y su santidad no tolera el pecado y exige un castigo por el pecado y por eso Dios te amó tanto, que prefirió cargar tus pecados y los míos sobre su Hijo unigénito, inocente, santo, eterno y puro Jesús, y prefirió condenarlo a él para que si tú crees en él no tengas que ser condenado, para que como dice Juan 3:16 parafraseándolo: “para que todo aquel que en él crea no se pierda en el lago de fuego, sino que tenga vida eterna en su corazón en esta tierra y después en el cielo”.
Si no lo has hecho aún amigo(a), ven a Cristo hoy, arrepiéntete, cree e invítalo a tu corazón, recibiéndolo como tu salvador personal para que seas salvo y tu nombre sea escrito en el Libro de la Vida del Cordero. Aprovecha esta oportunidad que Dios te da hoy, hoy, hoy, pues tú no sabes si estarás vivo(a) mañana para tener otra oportunidad. Después de la muerte, no hay segunda oportunidad. Solo aquí en esta vida es que Dios te dará una segunda oportunidad como veremos en el resto del mensaje, porque el número dos en la Biblia en varios pasajes revela a Dios como el Dios de la segunda oportunidad.
Mire cómo el número dos resaltó en los siguientes eventos: mientras el Volcán de Fuego eruptaba en Guatemala, otros dos hacían erupción, uno en Indonesia y otro que provocó temblores en Colombia; ya tenemos un dos aquí, pero avancemos. Y simultáneamente a la erupción del Volcán de Fuego en Guatemala hubo explosiones en el Volcán Kilauea en Hawai que habían empezado un mes antes con toneladas de lava que arrastraban viviendas, carreteras y todo lo que encontraba a su paso. Áreas que antes eran acuáticas, ahora están llenas de sedimento, ampliando el tamaño de la isla, unos 1.6 kilómetros más, ¿qué le parece?
De acuerdo al Servicio Geológico de los Estados Unidos, esta actividad volcánica seguirá, y no hay seguridad de cuándo parará. Pero 2 de Pedro 1:19 amigos y hermanos nos dice que tenemos la palabra profética más segura a la cual hacemos bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro. Y los eventos últimos mis hermanos nos están indicando que la palabra profética de Dios en el Apocalipsis tendrá un cumplimiento futuro no muy lejano. Lo que estamos viendo ahora es solo un preámbulo, una señal, un aviso, para que la iglesia esté alerta ante las señales.
Fíjese que la lava incandescente que salía del Kilauea en Hawai era tan caliente, que evaporizó totalmente el lago de agua dulce más grande de Hawai, el Green Lake, un lago que tiene decenas de metros de profundidad, y toda esa agua fue vaporizada por la lava. ¡Increíble, pero cierto! Y toda esa lava después que avanzaba, finalmente se derramó en el Océano Pacífico.
¿No se parece esto al juicio tras sonar un ángel una de las siete trompetas apocalípticas como se le anticipó a Juan en visión sobre eventos que ocurrirán después del rapto de la iglesia? Leamos lo que nos dice Apocalipsis 8:8. Aquí leemos: “El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en sangre”.
¿Qué cosa puede ser una montaña ardiendo según Apocalipsis 8:8 que acabamos de leer, sino un volcán que emana fuego; un volcán que no sabemos cuál será, pero que cuando erupcione, sobrepasará todo lo que hemos visto hasta ahora, tanto, que una tercera parte de las naves serán destruidas, y una tercera parte de las criaturas marinas también serán destruidas. Sumado a esto, la tercera parte de las aguas del mar se convertirán en sangre tras esta montaña ardiendo.
Este volcán de fuego apocalíptico es como un justo juicio de Dios por causa de tanta sangre inocente que hoy día se está derramando. Oh, las señales se están cumpliendo, Cristo ya viene. Nos preguntamos si el mundo está experimentando un incremento en la actividad de los volcanes. El vulcanólogo y profesor de la Facultad de Geología de Universidad Complutense de Madrid, César Casquet Martín cree que no. Según él, ocurren centenares de erupciones todos los días en el mundo de menor grado y que la prensa no informa, y muchas de estas erupciones incluso, ocurren bajo el fondo marino, y no representan un mayor peligro, y es cierto.
Pero yo pregunto, si bien estos fenómenos ocurren a diario sin mayor cobertura mediática, ¿por qué será que en Mayo eruptó el Kilauea y un mes después ocurre lo mismo en el Volcán de Fuego en Guatemala, siendo tan notorio al mundo? Mis carísimos lectores, aquí no hay coincidencia ni casualidad, aquí ocurre un principio que vemos en el Antiguo Testamento en el libro de Génesis cuando José interpretó los sueños de faraón. Un primer sueño con siete vacas gordas, que representaban siete años de abundancia, y un segundo sueño con siete vacas flacas que representaban siete años de escases y hambre que vendrían sobre la tierra de Egipto, dos sueños, el número dos resaltando aquí. Bien le dijo José al faraón tras interpretar el sueño por revelación de Dios, como leemos en Génesis 41:32 “Y el suceder el sueño a Faraón dos veces, significa que la cosa es firme de parte de Dios, y que Dios se apresura a hacerla”.
Aplicado este principio hoy, podemos parafrasear este versículo diciendo: “y al haber sucedido dos veces erupciones volcánicas tanto en Guatemala como en Hawai, significa que el asunto es firme de parte de Jehová y que él se apresura a cumplir su Palabra apocalíptica con el juicio de la segunda trompeta”. Si Dios está deteniendo el juicio por un tiempo más, es solo por causa de la iglesia, su iglesia amada, todos los lavados en la sangre de Jesús y nacidos de nuevo por el Espíritu de Dios, tú y yo mi hermano, pero pronto la paciencia de Dios se agotará, Cristo vendrá y a su iglesia se llevará. En Apocalipsis 3:10 él nos prometió “Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra”.
En este punto del mensaje, debemos explicar y recordar que el número dos está relacionado con el Dios de la segunda oportunidad. Ahora, en la presente dispensación de la gracia, Dios está dando una primera oportunidad de salvación a la humanidad, por medio de la predicación del Evangelio. Los que no se salven antes del rapto, tendrán una segunda oportunidad, siempre y cuando rehúsen adorar al anticristo y recibir la marca de su nombre o su número, en su mano derecha o en su frente. Será la segunda oportunidad para millones que serán dejados atrás después del rapto. Algunos se salvarán tras ser dejados atrás después del rapto, a costa del martirio y mucho sufrimiento; estos son aquella gran multitud que vio Juan en su visión con palmas de victoria en sus manos de todas las naciones, tribus y lenguas y pueblo, y que habían salido de la gran tribulación y habían lavado sus ropas y las emblanquecieron en la sangre del Cordero de acuerdo a Apocalipsis 7:14 “Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero”.
Sin embargo, otra gran multitud, la mayoría permanecerá impenitente, y es más, como dice el libro de Apocalipsis, y hasta blasfemarán el nombre de Dios y a Dios mismo, conscientes de que el Señor mismo es el que les envía estas plagas. En Apocalipsis 9:20-21 “Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar; y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos”.
Ahora mis amigos, una nota aclaratoria: yo he predicado la verdad, conforme a la Palabra, pero usted es el que decide si aprovecha la oportunidad que Dios le da en esta dispensación de la gracia que Dios le da para ser salvo, entregándose a Cristo y consagrándose a Cristo ahora, y seguirle tomando su cruz cada día y negándose a sí mismo, o continuar en los deleites engañosos del pecado, en los placeres temporales del pecado, y quedarse tras la venida de Cristo por su iglesia, para entonces si decide arrepentirse y creer, ser atormentado y exponerse a que le corten la cabeza literalmente durante la dictadura mundial del nefasto anticristo que imperará por tres y medio años. ¿Aguantará usted esa tortura, o estará dispuesto a pasar dos, tres, cuatro, cinco días, una semana y mes sin comer y pasar hambre y rehusar recibir la marca de la bestia; o al final claudicará al no aguantar el hambre y por un bocado de pan para evitar morirse de hambre dirá no importa que me marquen?
Y si te marcan en la mano derecha o en la frente, allí sí que no tendrás una segunda oportunidad. Y la Biblia advierte que todos los que no se convierten en aquel tiempo y reciban esa marca para poder comprar comida y vivir, serán atormentados con fuego y azufre, día y noche delante de los santos ángeles y el Cordero. Usted puede leer esto en Apocalipsis 14:9-10 “Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero”.
Oh mi amigo(a), Dios te da la elección entre convertirte por su gracia ahora, en el tiempo de la gracia, o en el tiempo de la gran tribulación; sé inteligente, sé sabio, aprovecha la gracia ahora, antes del rapto, la mejor oportunidad. Ante el hambre, millones cederán y recibirán la marca de la bestia para comer. ¿Recuerda usted lo que le sucedió a Esaú el hermano de Jacob? Que por un plato de lentejas vendió su primogenitura, igualmente sucederá durante la tribulación que viene, que por un plato de comida millones venderán sus almas al diablo al recibir la marca de la bestia para poder comprar comida y sobrevivir.
Oiga la advertencia de las Escrituras que nos dice en Hebreos 12:16-17: “... no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura. Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas”.
Oh mi amigo, te estoy predicando con la carga del amor de Dios por ti en mi corazón. Si te quedas después del rapto y recibes la marca de la bestia, aunque llores muchas lágrimas, no serás salvo ni tendrás una segunda oportunidad. Pero si ahora, antes del rapto, en esta era de la gracia tú pecas, le fallas a Dios, pero si al igual que el apóstol Pedro, que después que le falló al Señor negándole tres veces, después que el gallo cantó dos veces, lloró amargamente y Jesús le perdonó (Marcos 14:72), Jesús también te perdonará a ti ahora, aunque le hayas fallado muchas veces, porque Dios en su misericordia, ahora en este tiempo de gracia, no solo da una oportunidad, sino muchas veces dos, tres y más, esperando con paciencia, porque anhela que el pecador no se pierda, sino que se salve.
¿Por qué allí donde estás no inclinas tu cabeza y cierra tus ojos si puedes, y le dices a Jesús: “Señor, después de haber oído tu insistente mensaje de amor hacia mí, decido venir a ti en este tiempo de gracia para recibir tu amor, tu perdón y tu salvación. Gracias por esperarme, gracias por llamarme y gracias por salvarme ahora que me rindo enteramente a ti. Limpia todos mis pecados con tu preciosa sangre, salva mi alma, cambia mi vida, hazme una nueva persona y escribe mi nombre en el Libro de la Vida. Ayúdame a serte fiel y a vivir para ti hasta que tú vengas por mí, amén y amén.”
Si usted oró así de todo corazón, ¡felicitaciones, bienvenido a la familia de Dios! Recuerde que Lucas 12:40: “Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá”.