Una verdadera guerra diplomática estalló a raíz del envenenamiento con un agente químico nervioso de que fueran objeto Serguei Skirpal, un exespía ruso, junto con su hija Yulia Skirpal, quienes aparecieron inconscientes sentados sobre una banca en un lugar público. Este incidente ocurrió el 4 de marzo del 2018 en la ciudad de Salisbury, Inglaterra, y motivó un comunicado de Washington y sus aliados en la OTAN: Francia, Alemania y el Reino Unido, en el cual dijeron: 1) Aceptamos la conclusión británica de que no hay otra alternativa que señalar a Rusia como responsable de este ataque. 2) Aborrecemos el hecho de que el mismo se llevó a cabo contra estas dos personas, el padre y su hija. 3) El fracaso de Rusia en responder a nuestras preguntas y de no ponernos al tanto de su programa de armas químicas Novichok; su silencio al respecto confirma que estuvo detrás de estos hechos. Señaló este comunicado de Estados Unidos, Alemania, Francia y Gran Bretaña.
En represalia, la Casa Blanca dio instrucciones para cerrar el consulado ruso en la ciudad de Seattle, Washington, y la expulsión de 48 diplomáticos rusos allí, así como de otros 12 que trabajaban en la ONU en Nueva York, en total 60; ciudadanos rusos que al amparo de su inmunidad diplomática realizaban actividades de inteligencia dentro de Norteamérica. El comunicado agregó que la medida mandaba un mensaje claro a fin de limitar la capacidad de espionaje de Rusia dentro de los Estados Unidos.
Por su parte, también la primera ministra de Gran Bretaña, Theresa May, ordenó la expulsión de 23 diplomáticos rusos del Reino Unido sobre la base de que Rusia, en su ataque químico, violó la soberanía británica, violó la convención sobre armas químicas, violó la ley internacional y puso en peligro la paz y la seguridad.
En represalia, el ministro del exterior ruso Sergey Lavrov anunció la expulsión de 60 diplomáticos estadounidenses de Rusia acusándolos de espionaje también. Y la reacción del Departamento de Estado norteamericano no se hizo esperar. Su portavoz, la señora Heather Nauert declaró: “Es evidente que Rusia tomó una lamentable decisión injustificada ante las medidas justificables que nosotros tomamos. Entendemos que Rusia además tomará acciones contra otras 28 naciones que se unieron en solidaridad con el Reino Unido. Al hacer esto, Rusia se está aislando más todavía tras su comprobado ataque químico... y nosotros nos reservamos el derecho de responder adecuadamente a cualquiera amenaza de Rusia a los Estados Unidos”. Señaló en resumen la vocera del Departamento de Estado Heather Nauert.
Amigos, esta noticia es un asunto delicado y sienta un peligroso precedente. Algo así jamás había ocurrido, ni aun en los días de la guerra fría cuando existía el comunismo en Rusia. Su uso de un agente químico nervioso en grado militar es algo que no se había visto desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. La hija de Serguei Skirpal se estaba recuperando satisfactoriamente de este ataque con gas nervioso, mientras que su papá continuaba aun en estado crítico al momento de preparar este mensaje. Los investigadores encontraron un hecho curioso: tanto la mano izquierda, como la mano derecha de su padre, tenían impregnado el agente químico nervioso que se absorbió por la piel; y más aún, se encontró la evidencia de que la agarradera metálica de la puerta de su casa estaba impregnada de un gel para que al tocarla con sus manos, abriendo la puerta, quedaran envenenados.
Todo apunta a que detrás estaba Rusia intentando eliminar a un exespía suyo, el cual probablemente tenía información sensitiva que Rusia quería ocultar. Y todo esto ocurre en la aparentemente pacífica Rusia, sede del próximo campeonato mundial de fútbol, donde este deporte unirá a las naciones en un torneo de paz y concordia internacional, ¡qué les parece!; ¡qué contradicción!
Esto nos recuerda lo que dicen las Sagradas Escrituras en Salmos 28:3 donde leemos que David oró a Dios y le dijo: “No me arrebates juntamente con los malos, y con los que hacen iniquidad, los cuales hablan paz con sus prójimos, pero la maldad está en su corazón”. La raíz de la maldad que vemos en el mundo hoy está en el corazón. ¿Qué dice la epístola de Santiago capítulo 4 versículo 1? Aquí leemos: “¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?”.
Oh, las Sagradas Escrituras son claras aquí: las guerras nacen en el malvado corazón humano afectado y contaminado por el pecado que heredamos de Adán. Es el corazón pecaminoso del hombre donde se originan las guerras entre las naciones, las guerras en las relaciones interpersonales, y aun las guerras en las relaciones maritales, pleitos entre marido y mujer. Oh qué terrible es un corazón cuando no tiene a Cristo. ¿Y cuál es el remedio? ¿Será acaso repararlo?, no. La solución divina más bien es darnos un nuevo corazón, una naturaleza nueva, mediante un nuevo nacimiento por el Espíritu de Dios.
Por eso Cristo Jesús dejó su gloria en el cielo y murió llevando el castigo por nuestros pecados en cruenta cruz, derramando su sangre preciosa para limpiarnos de toda maldad y resucitando con poder, venciendo la muerte, para darnos vida eterna, vida nueva, si nos arrepentimos de nuestros pecados y confiamos en él. Oh mi amigo, ni la filosofía, ni la religión pueden darte un nuevo corazón; eso solo lo puede hacer Cristo. Entrégale a él tu vida en arrepentimiento y fe y él te dará un nuevo corazón que de verdad amará a Dios y te capacitará a amar y a perdonar a los demás. En Ezequiel 36:26 leemos que el Señor dice, hablando de su pueblo: “Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros...”. La Biblia además declara en 2 Corintios 5:17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”.
Oh, aquí está la solución al problema de las guerras en el mundo hoy: Cristo y solo Cristo nos puede dar un nuevo corazón. Lamentablemente, la mayoría de la humanidad incrédula lo ha rechazado y por eso el mundo marcha inexorablemente hacia la batalla apocalíptica del Armagedón. Ya se oyen rumores de guerra; repito: ya se oyen rumores de guerra. Entre las señales del tiempo del fin, antes de su Segunda Venida a esta tierra, el Señor Jesucristo profetizó en Mateo 24:6 diciendo: “Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino...”.
Es cierto que durante la Primera y Segunda Guerra Mundial se levantaron nación contra nación, pero aquí en la profecía de Mateo 24:6 está mirando al futuro y a lo que acontecerá en la tierra después de haber venido para arrebatar a su iglesia y llevarnos al cielo primero, y después de un breve periodo de falsa paz, en la tierra estallará la Tercera Guerra Mundial en una primera fase, durante la cual Rusia, de acuerdo a Ezequiel capítulos 38-39 vendrá del norte con otras naciones para atacar a Israel.
Es interesante que el 1 de marzo del 2018 hubo algo así como un rumor de guerra. En esa fecha, el presidente ruso, Vladimir Putin, en un discurso sobre el estado de la nación, anunció al mundo que Rusia ha desarrollado el más avanzado misil balístico en la historia denominado Kinzhal. Es un misil hipersónico, es decir, que viaja diez veces más rápido que la velocidad del sonido. Tiene un alcance de más de 2 mil kilómetros, y es capaz de burlar y penetrar el escudo antimisiles de los Estados Unidos. En otras palabras, Kinzhal es un misil de alta precisión que no puede ser detectado por ningún radar y no hay nada parecido análogamente en el arsenal ni de Estados Unidos ni de Europa.
Nos preguntamos si acaso Rusia ¿estará pensando en usar este misil, que puede llevar ojivas convencionales y nucleares, para atacar a Estados Unidos sorpresivamente y dejarlo fuera de combate, para entonces invadir y atacar a Israel? ¿Si Rusia se atrevió a envenenar a un padre y a su hija con un agente nervioso, allá en Inglaterra, como hablábamos en un principio, qué no hará con sus armamentos contra Occidente a la hora de invadir a Israel según el profeta Ezequiel?
Oh mis amados hermanos, no hay tiempo para detalles. El tiempo lo dirá. Lo cierto es que Rusia cosechará un terrible juicio de parte del Dios del cielo sobre los montes de Israel, donde sus tropas caerán tras un gran temblor de tierra, y lluvia de granizo mezclado con fuego y azufre, como se predice en Ezequiel 38 verso 15 en adelante. Pero note lo que el Señor más adelante en Ezequiel 39:6 profetiza, allí Dios dice: “Y enviaré fuego sobre Magog, y sobre los que moran con seguridad en las costas; y sabrán que yo soy Jehová”. Aquí Dios dice y profetiza que en aquel tiempo va a enviar fuego sobre Magog, es decir, sobre la tierra de Rusia, y las naciones serán conscientes, tras su destrucción colosal, que será por la mano de Jehová que milagrosamente salvará a Israel.
¿No sé si usted se dio cuenta del fuego que hubo en Magog, tierra de Rusia, en el mes de marzo del 2018, un mes de señales proféticas tremendas? Exactamente el 24 de marzo se desató un incendio en el centro comercial de Kémerovo en el cuarto piso donde había unos cines y un centro recreativo para niños. La gente salió huyendo despavorida; pero con la alarma para incendio dañada y las salidas de emergencia bloqueadas, algunos no pudieron salir y las llamas candentes acabaron con las vidas de 64 personas, 41 de ellas niños. Esto causó gran conmoción en toda Rusia, en muchas ciudades y regiones de tal manera que el guerrerista presidente Vladimir Putin tuvo que decretar un día de duelo nacional, con las banderas a media asta.
Toda la nación estuvo muy triste, y eso que todavía no se ha cumplido Ezequiel 39:6 donde el Señor prometió enviar fuego sobre Magog en aquel tiempo futuro de juicio y tribulación sobre la tierra; pero Dios que es bueno y misericordioso ama al hombre, ama a las naciones y a través de las tragedias que suceden y que él permite, como la del incendio en Kémerovo, busca que la gente en su dolor se vuelva a él. Es solamente en el corazón quebrantado por el dolor, por el luto y por la pérdida, que muchas personas muchas veces vienen a los pies de Cristo, se humillan y reconocen que lo necesitan. De otra manera, nunca se salvarían. Esta verdad en la Palabra es tan clara que en Salmos 34:18 leemos: “Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu”.
Vivimos en el tiempo del último derramamiento del Espíritu, y avivamiento del Espíritu Santo en el mundo y en la iglesia antes del Rapto de la iglesia. Como citó el apóstol Pedro hace 2 mil años, el Día de Pentecostés, y que se está cumpliendo hoy en casi todas las naciones de la tierra, como leemos en Hechos 2:17 “Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños”.
Este glorioso derramamiento del Espíritu Santo profetizado, y que estamos viviendo hoy en su última etapa en cuanto a la iglesia se refiere, terminará con el sonar de la trompeta del Rapto, cuando los muertos en Cristo resucitarán primero y luego nosotros, los que estemos vivos, seremos arrebatados juntamente con ellos a las nubes para encontrarnos con Cristo y ser llevados por él al cielo por siete años, mientras dure la tribulación de juicios divinos sobre un mundo impío y pecador y que terminará con la batalla de Armagedón profetizada en
Apocalipsis 16:16.
Antes de todas estas cosas Cristo debe venir primero por su iglesia. El Rapto puede ocurrir en cualquier momento y debemos estar preparados mis amados; salvos por Jesús, viviendo para Jesús; orando en comunión con Jesús, en contacto con su palabra, viviendo en santidad y predicando el evangelio a tanta alma que va rumbo a la perdición eterna. Oh, que nuestras almas ardan con el fuego del Espíritu Santo, llenos del Espíritu Santo cada día, recordando que él dijo en Lucas 12:40: “Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá”.