El 6 de agosto de 1945 el avión Enola Gay dejó caer sobre la ciudad de Hiroshima la primera bomba atómica fabricada por el hombre. Pesaba dos toneladas; tenía dos metros de diámetro, y cuando la misma explotó a 330 metros de altura, la onda expansiva sacudió el avión que se alejaba, y abajo el suelo se convirtió en un gran horno con temperaturas de 55 millones de grados centígrados, que es la temperatura externa del sol. 11.5 kilómetros a la redonda, fue reducido a cenizas.
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